sábado, 24 de noviembre de 2012

Titulárido: "Científicos descubren un gen capaz de predecir la muerte"

El miércoles pasado un alumno, en clase, me comentó que había visto en Antena3 la noticia: Científicos descubren un gen capaz de predecir la hora de la muerte. Así de bestia, sin limitaciones. ¿Quién coño se creen que son los medios de comunicación (o los científicos, porque algunos "científicos" son capaces de hacer frases como esa) para meter semejante tontería en la cabeza de mi alumno? También me surgió la duda ¿le habría pasado lo mismo al resto de los telespectadores?


Bueno, cabreado como estaba, me puse manos a la obra. Esto es lo que aconteció, creo que merece la pena ser contado.
Por cierto, para aquellos que piensen que solo hago “cosas raras” en las clases de ciencias, y que no doy el temario, les informo que estaba en Atención Educativa (eufemismo con el que la Administración Educativa llama a las horas donde meten a los alumnos que no van a clases de religión, y por supuesto, dichas clases no cuenta para el expediente académico. Es decir, para muchos alumnos y muchos padres “no valen para nada” y para muchos profesores son un verdadero problema con respecto a la disciplina, porque por desgracia, en la actualidad, es la nota lo que motiva a gran parte del alumnado).

Lo primero fue decirle que eso era una bestialidad. El alumno se defiende “Juan Carlos, de verdad, qué lo he visto, ponlo en el cañón”. Le dije que no dudaba que la hubiera visto, que después íbamos todos a ver la noticia, pero que antes se le tenía que quedar claro que esa frase era una bestialidad.

Le informé que "tituláridos" como ese pasaban por dos razones: porque el equipo de científicos era patético (mentiroso y/o incompetente) o porque a los periodistas les había dado por el sensacionalismo (mintiendo o forzando el lenguaje).

“Pero Juan Carlos, cómo van a mentir los científicos, si tenían bata y todo”. No es broma, el alumno dijo eso, a la sociedad les siguen engañando con cosas como esa.
Habrá gente que no me creerá, pero les garantizo que es así. Por ejemplo, yo me reí mucho leyendo el capítulo 5 de "Los productos naturales ¡vaya timo!" de @jmmulet. Se titulaba “Tú también puedes ser un médico naturalista”. En ese capítulo se describen cosas básicas que debes de hacer para timar a la gente: cómo debe ser tu consulta, cómo te debes de comportar con los enfermos, cómo se deben de comportar tus empleados... Lo más impactante fue darme cuenta que, en más de una ocasión, había estado en frente de esos timadores profesionales; cuando los veía "actuar" sabía que no eran buena gente, pero no era consciente de la cantidad de señales timadoras (comportamiento del personal, mobiliario, decoración de la consulta...) que me estaban enviando.
El estudio científico del que se nutre la  noticia
se publicó en esta revista.
También les explique que en algunas ocasiones los timadores pueden conseguir saltarse los controles científicos y les hable de algunos casos recientes. Pongamos dos ejemplos:
· El primero es un post de @jmmulet (otra vez). En él se explica como una revista publicó la rectificación de un artículo científico (de hecho fueron tres las rectificaciones). El título es “El glifosato NOproduce malformaciones. Confirmado científicamente”.
· El segundo es mucho más reciente y la rectificación viene del comité de expertos de la EFSA (agencia Europea de Seguridad Alimentaria). En el post de @ScientiaJMLN titulado “¿Quién revisó científicamente el artículo del maíz transgénico que produce tumores malignos?” nos explica y nos resume algunas cosas de dicho informe.
De todas formas, después de contarles todo esto les recordé que no sabía si los científicos habían sido tan tajantes en sus afirmaciones o si esas frases eran “licencias” de los periodistas.


El alumno todavía no estaba satisfecho. “Pero Juan Carlos, ¿cómo va a salir en el telediario una noticia falsa?. En las riada vinieron multitud de periodistas y yo se que lo que contaron después en la tele era la verdad”. Me quede descolocado, la gente todavía se cree lo que sale en los telediarios, se lo tuve que explicar.
Empecé preguntándole a quién creía, si al PP, o a el PSOE (o a cualquiera de los otros). Y qué cuando los creía, cuando eran oposición o cuando estaban gobernando. No era mi intención poner a la política en evidencia, y que conste que no los critiqué, pero tenía que hacerles ver que políticos de un bando dicen lo contrario que los del otro, hasta incluso ellos mismos se contradicen (cuando están en el poder, dicen y hacen lo contrarío de cuando estaban en la oposición). Yo no tengo la culpa. Después de mis reflexiones le pregunté ¿a quién crees tú? El descolocado fue él.
Aun no estaba satisfecho, veía en sus ojos la duda. Por eso le expliqué qué los buenos telediarios te facilitan distintos puntos de vista (distintos discursos), te ofrecen todos los datos necesarios… y tú eres el que tiene que “deducir” quién es el que miente (o quién se equivoca).
También le expliqué que no se puede tratar con el mismo rasero a todos los interlocutores (no todos son igualmente válidos). Le hablé de que no se puede dar la noticia como si tuvieran igual validez los argumentos de los agresores o de las víctimas, los argumentos de las partes interesadas o de los que no obtienen ningún beneficio, los argumentos de los que tienen formación específica y de los que sin formación hablan de un tema determinado. Les hablé de que esté último caso era una de las principales críticas de la comunidad científica a los medios de comunicación: ponen como igual de válidas las reflexiones científicas (donde manda la razón) y la pseudocientíficas (donde manda la fe; las reflexiones religiosas también se basan en la fe, pero hay una diferencia, los religiosos saben que sus creencias son actos de fe pero, por desgracia, mucha gente se cree que las pseudociencias se alcanzan por medio de la razón).

El alumno se impacienta y me dice “Juan Carlos, pon el vídeo ¡y luego sigues!”
Les digo que estén atentos a toda la noticia y entonces pincho al play, ¡y me salta el anuncio de la Lotería de Navidad!. Y yo me desespero. Y oigo decir a un alumno “me encanta, es precioso”. Les explico lo que ha costado, qué la campaña publicitaria ha costado “más de 15 millones de euros”. Yo, la verdad, no se si es necesario que lo veamos hasta en la sopa, no se si se podrían haber alcanzado niveles de venta parecidos con menos dinero... no se si esa campaña era necesaria pero ¡después de los recortes en educación, sanidad, justicia, investigación... me parece un gran despropósito!. Pero a la gente le da igual, lo ven bonito, como el fútbol (¿y los toros?), eso es lo que importa. Que más da, como yo soy el “rarito”, dejémoslo estar.

Después del anuncio empieza la noticia. Joder, era verdad. El titular era la frase que me había dicho el alumno, dejo pasar el vídeo completo y me dispongo a darles una primera impresión.

Pero antes de hablar el alumno me dice “Lo ves maestro, dice claramente que un gen predice la hora de nuestra muerte”. Maldita sea, y mira que les intento hacer reflexionar. Pero no hay manera. Hasta avisándoles ¡solo se quedan con el titular!.
Empiezo a explicarles que dudo (aunque es posible) que los científicos dijeran una frase tan categórica, les pregunto si no se han dado cuenta que, durante la noticia, a veces lo afirman a veces dicen que existe la posibilidad de que ocurra. Les digo que, según lo que había visto en el vídeo y lo poco que yo se sobre el tema, creía que habría sido más correcto redactar la noticia de la siguiente manera:
“Un estudio se ha dado cuenta de que existe una relación estadística entre la hora de la muerte por causas naturales (bajo determinadas enfermedades) y los hábitos de sueño. Como esos hábitos están relacionados con el llamado reloj biológico y eso está controlado por el patrimonio genético, estudiaron si había alguna correspondencia y descubrieron que, en una determinada proporción de las personas analizadas, el que se acostarán antes o después estaba relacionado con un gen. Por ello piensan que a lo mejor existe una relación entre ese gen y la posibilidad de morir a una determinada hora del día por causa de unas enfermedades concretas, pero todavía no tienen datos suficientes para afirmar tal hecho”. El título que yo propondría sería: “Parece que un gen podría tener alguna relación estadística con la hora del día en la que fallecen algunas personas por determinadas enfermedades” (al añadir la hora del día deja de sonar "magufo").

“Pues es el mismo titular, maestro”. Pues no es lo mismo, aunque por desgracia para la gran mayoría de la gente si. Me doy cuenta de que para ellos es lo mismo la certeza que la probabilidad. Como yo fui el que el año pasado les expliqué la probabilidad, yo soy el que ha hecho mal su trabajo: “deberían de estar todos suspensos”. De todas formas, aprovechando que estamos en Internet y que el cañón está proyectando, les pongo el simulador de un lanzamiento de dado. En el se ve claramente que, aunque cada vez que tiras no sabes lo que va a pasar, cuando tiras muchas veces se acaba aproximando la probabilidad a la probabilidad calculada por la regla de Laplace, 1/6 para cada cara del dado (la verdad es que es muy simple, pero es muy potente para hacerles entender la ley de Laplace, les recomiendo que le echen un vistazo).



Concluyendo el post:
A mi juicio los retos de la divulgación científica son muchos, no creo que debamos de quedarnos en explicar el contenido puro y duro, creo que debemos de hacer más cosas. Algunos de esas cosas son: explicar los conceptos y procedimientos de la metodología científica (teoría científica, probabilidad, necesidad de verificación de los trabajos publicados...), huir del sensacionalismo, poner en valor el conocimiento (frente al consumismo), inculcar que las creencias pseudocientíficas son una cuestión de fe (igual que creer en Dios), generar una actitud crítica (escéptica) frente a las noticias que dan los medios de comunicación…


PDT1.
Quizás, dentro de algunos años esos alumnos que salen en el post, lo leerán y les servirá para algo en la vida. Pero, aunque no lo lean dentro de algunos años, ayer por la mañana disfrutaron leyéndolo en clase. Me doy por satisfecho.


PDT2.
Los simuladores son una herramienta muy potente para explicar ciencia, con el ordenador puedes reproducir experimentos, tus alumnos toman datos, los comprenden…
¡Ojo al dato! no se debería de obviar que el post que ganó el primer puesto en los Premios Tesla fue “¿Qué es la temperatura? Una explicación a través de animaciones” de José Luis Blanco.
Con respecto a esto de simuladores y divulgación, el año pasado, en un blog que de momento está en dique seco (por falta de tiempo, que no de ganas, de los que queríamos desarrollarlo), realicé la entrada “Física para Andrea.Consideraciones generales sobre como se introducen fórmulas matemáticas en loslibros de divulgación científica”, puede ser que a alguien le interese leerla.


PDT3.
Este post, si @scariosHR lo considera oportuno, participa en la II edición del Carnaval de Humanidades, alojado en el blog LEET MI Explain.
Alguien podría pensar que encajaría en el Carnaval de Matemáticas pero, como creo que será del agrado humanístico del organizador de esta edición (tituláridos en los medios de comunicación de masas, es decir, estupideces tremendamente interesante) y como hizo una petición expresa de entradas para el Carnaval de Humanidades, esta es mi modesta contribución (si se acepta).


14 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la crónica de esta pregunta de clase. Tienes el cielo ganado con tus alumnos. Estoy seguro de que eres el tipo de profesor que se recuerda para siempre porque ya me habría gustado a mi que me hubiesen abierto los ojos con ejemplos tan claros.

    Respecto al tema central, tienes toda la razón en que el periodismo actual en lugar de imformar simplemente lanzan bombas, cuantas mas y mas fuertes mejor. Deberían de tener cuidado con soltar esas burradas a los medios porque como bien se deja entender de tu crónica... la gente sigue creyendo que todo lo que sale en la televisión es cierto.

    Muchas gracias por compartir con nosotros esta historia y por participar en el Carnaval... se que es una dedicatoria personal jeje porque te lo pedí. Con tu permiso cojo algunas ideas del final del post para mi charla de la semana que viene en Hablando de Ciencia en Granada en la que precisamente hablo de divulgación y como hacerlo correctamente.

    Un saludo.

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    1. Un honor que cojas ideas del post.

      Por cierto, con respecto a lo que dices de que soy un profesor que se recuerda ¡no estoy seguro!.
      Últimamente me pregunto cosas como esa, de hecho he cruzado algún que otro e-mail con antiguos alumnos sobre ese tema. Estoy analizando algunas cosas.
      Normalmente en diciembre innovo mi comportamiento docente y posiblemente, este año, le toque al ÍndiceDeImpactoEnAlumnos.

      Un saludo y repito: un honor.

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  2. Me hubiera encantado tenerte de profesor: se ve que respetas aunque no compartas, y enseñas a tener espíritu crítico, ¡haces mucho bien, y más con posts como este! Lo he disfrutado mucho, gracias!!!

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    1. En tiempos como este se hace más necesario aún el espíritu crítico.
      Gracias.

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  3. Toda labor docente es "riego por goteo"....seguro que al final se riega...Gracias por esta gota de divulgación.


    Un saludo

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  4. ¡Buen análisis!

    La verdad es que me gustan los profesores implicados. Los autómatas me daban cierto reparo. Me gusta comprobar que, de haberme dado clase, te tendría en el primer grupo.

    PD.- Eso sí, revisa las tildes y alguna que otra puntuación.

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    1. La verdad es que se agradecen las palabras de ánimo pero no estoy seguro, tal y como dije en el primer comentario, que los alumnos aprecien lo que hago por ellos.

      Lo cual me lleva a una segunda reflexión, “estarían mis profesores mucho más implicados en la docencia y yo no fui capaz de verlo”. Yo me lo planteo, creo que todos deberíamos de planteárnoslo.

      Ah! se me olvidaba, tengo vacante el puesto de corrector/revisor/... ¿te interesa?

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  5. Parte de la dificultad es que el pensamiento crítico no se genera sólo en las aulas. Es una característica necesaria para la vida diaria y, como tal, entra en el campo de la educación familiar. Al docente sólo le debería corresponder enseñar cómo aplicarla correctamente en su campo.

    Todos hemos visto como cuando algo de lo que sabemos sale en los medios siempre está tergiversado. Es de esperar que los padres de estos chavales también hayan tenido la experiencia. Lo lógico sería que lo comentasen al ver la tele (yo me enfado y "hablo" al locutor), generando dudas sobre las demás noticias. Por mucho que el profesor haga, para un adolescente lo que no tiene utilidad inmediata no tiene utilidad, y puede ser olvidado.

    Sé que no es consuelo (más bien lo contrario), pero recuerdo corregir el trabajo de un estudiante de carrera de Física que citaba como fuente a un tabloide local. Ese día eché de menos a los que referenciaban la Wikipedia.

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    1. Me parece que haces dos grades reflexiones en este comentario:

      · Una ya la contemplo pero, tal y como has hecho, debe de ser repetida hasta la saciedad: "para el adolescente todo lo que no tiene utilidad inmediata tiende a ser olvidado": por esa razón hay que aprovechar cualquier pregunta (aunque no sea el momento curricular) para llegar con nuestros mensajes científicos lo más lejos posible dentro de sus cabecitas.

      · La segunda es mucho más importante, en muchos aspectos estoy trabajándola, pero después de leer tu comentario me planteo si no debería de trabajarla aun más. Me refiero a que "es de esperar que los padres de estos chavales también se percaten de que en los medios salen las noticias tergiversadas, lo lógico sería que inculcaran dudas en sus hijos sobre las noticias de los medios". Me has dejado dándole vueltas a como puede trabajarse este tema (y otros relativos al método científico) con los padres.

      Muchas gracias por tu aportación al post.

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    2. Pues si quieres te dejo una idea...

      Hilando con el artículo de ManoloSanchezA sobre el dedo de Hume, para comunicarse con los padres lo mejor sería hacerlo sobre un interés común. El más obvio parecen los hijos.

      La mayoría de los padres que conozco sabe bien que los tres primeros años del niño son cruciales en su desarrollo cerebral. Casi ninguno sabe que la adolescencia es, en cuestión neuronal, igual de importante. Estoy segura de que organizar unas charlas sobre ese tema sería un buen comienzo para lubricar el diálogo entre padres, profesores y chicos. Yo iría de cabeza :-)

      Otra cosa que se hacía en mi colegio eran clases para-escolares de inglés, informática, etc, para padres.

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    3. Cuantas más ideas mejor, muchas gracias.

      PDT. No continúo debatiendo de momento (en otro momento y lugar continuaremos). Una última cosa: hace un par de años una charla convocada por la asociación de padres me hizo perder toda esperanza y, aunque he seguido pensando y trabajando de distintas formas en el papel fundamental de los padres, no me he recuperado todavía. Si alguna vez retomo este tema te avisaré para que participes si quieres y puedes, también me interesa todo aquello que sobre este tema me quieras hacer llegar.

      Un saludo por segunda vez.

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  6. Últimamente estoy tan "liada" que apenas leo, pero me encanta tu Blog y aunque sé muy poco de "ciencia", sí me encanta tu forma de expresarte.
    A mí tb me hubiera gustado ser tu alumna (difícil, xq puedo ser tu madre por la edad) pero eso no importa para que te admire; sé que eres un gran profesor y una gran persona.
    Enhorabuena y sigue así.
    Un cordial saludo, Carmen

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    1. Muchas gracias por tu comentario, pero que sepas que he tenido alumnos de más edad que tú.

      Cuando quieras, y si mi jefe me deja (y los alumnos no tiene inconveniente), podrás entrar a mis clases. No problem!

      Un cordial saludo también para tí.

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Este blog pertenece a un profesor de Ciencias que ha decidido divulgar, pero eso no quiere decir que no me pueda equivocar y que no tenga defectos.

No me paro mucho (algo sí) a revisar los post porque me cansaría pronto del blog. Por ello puede haber algún "error gordo". No te cortes, si lo encuentras me lo dices, gracias a vuestros consejos podré mejorar.

Por cierto, divulgo por dos razones: para explicar cosas que creo que son importantes y para aprender a explicarlas mejor. Ah! y porque me divierte.

Un saludo. Te invito a comentar