Y esta historia comenzó de la siguiente manera.
Estaba yo sentado en la sala de profesores y vi a una
compañera a la que le tenía que pedir unos 15 minuticos de su sesión.
- ¡Qué sean 10! ¡Qué se tienen que espabilar! -Me contestó
ella-.
- La verdad es que sí se tienen que espabilar -Opiné yo-.
Quieren las cosas muy machacadas. Si les das recursos, no los investigan. Solo
quieren lo que se les dice claramente que va a entrar ¡y encima lo quieren muy masticadito!
Hasta aquí nada nuevo. Incluso ellos te lo dicen: "La
culpa no es nuestra, siempre nos han dado clase así"
El caso es que un profesor, desde el otro lado de la
mesa, dijo:
- Yo también estoy harto del "apréndeme". Ya ni
siquiera ellos tienen que aprender, tenemos nosotros que "aprendérselo"
a ellos.
Nos echamos unas risas... pero la cosa no es para echarse
unas risas.
¿Sería posible que algún alumno, padre o político empezara
a usar esas palabrejas? Creo sinceramente que sí.
Puede llegar el día en que a los profesores nos obliguen que
los alumnos aprendan, y no nos controlen cómo enseñamos. ¡Un momento! ¡Ese día
ya ha llegado! Recordar que el principal argumento usado por los políticos para
reflexionar sobre la calidad educativa son los resultados de las pruebas PISA. Entonces,
quizás tenga sentido que los profesores "aprendamos" los contenidos
en las cabezas de los alumnos, al menos se valorará algo que directamente hacen
los docentes.
Pero eso no tiene sentido. No olvidemos que aprender es
una cosa que hacen los alumnos. Sin duda los profesores podemos influir y podemos
influir mucho, pero si los alumnos NO quieren (o pueden), si NO hacen lo que
tienen que hacer, si NO ponen de su parte... si pasan cosas como esas, ¡los
alumnos no aprenden y los profesores no son los responsables!
Me gusta pensar que es lo mismo que pasa con el verbo
amar. Yo puedo hacer muchas cosas para que alguien me ame, pero será la otra
persona la que decidirá si me ama o no. Si alguien te ama te alegras, pero no
puedes culparte, NI DEJAR QUE NADIE TE CULPE, porque que no te amen. Y la razón
es simple, es la otra persona la que decide si te ama o no.
Voy terminando.
Creo que debemos de andarnos con cuidado, porque lo que
fueron unas risas sin importancia, en una sala de profesores, se pueden
convertir en una degeneración conceptual. Si dentro de poco empiezas a oír a
alumnos diciendo apréndemelo y a pedagogos y políticos diciendo apréndeselo,
ACUÉRDATE DE ESTE POST
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog pertenece a un profesor de Ciencias que ha decidido divulgar, pero eso no quiere decir que no me pueda equivocar y que no tenga defectos.
No me paro mucho (algo sí) a revisar los post porque me cansaría pronto del blog. Por ello puede haber algún "error gordo". No te cortes, si lo encuentras me lo dices, gracias a vuestros consejos podré mejorar.
Por cierto, divulgo por dos razones: para explicar cosas que creo que son importantes y para aprender a explicarlas mejor. Ah! y porque me divierte.
Un saludo. Te invito a comentar