sábado, 22 de abril de 2017

El sesgo del corporativismo

Esta tarde he estado charlando con @MasTwitts sobre este maldito sesgo. Desde que, hace algunos años, por desgracia “lo sentí” en muchos compañeros de trabajo y “lo presupuse” en muchos de mis análisis anteriores, tenía pensado este post.

Seguro que este sesgo ya está estudiado y tiene un nombre distinto. Yo he mirado por encima en la wikipedia y me parece, en cierto modo, unido al sesgo endogrupal, al narcisismo colectivo y a muchos otros sesgos cognitivos. Pero dejemos a un lado todas estas discusiones “semánticas” y dejadme que os explique a que me refiero.

Aquel año tuve conocimiento del mal hacer de un docente. Qué es lo que hacía, daría para muchos posts (de hecho, tengo escritos borradores, a modo de diario, de muchas de las cosas que ocurrieron). Por supuesto no nos quedamos (porque no fui yo solo él que intervino) de brazos cruzados y, finalmente, la Inspección Educativa tomó cartas en el asunto y solucionó el problema.

El caso es que observé que cuando comentaba el caso con otros compañeros, instintivamente encontraban maneras de “minimizar” los hechos que les estaba narrando. No era por defender a un compañero, era porque lo relacionaban con sus experiencias propias y sentían empatía por alguien “de su grupo”. No era corporativismo, era lo que yo he decidido llamar “el sesgo del corporativismo”.

A María José Mas le he comentado “este comportamiento instintivo” y ella lo ha condensado y explicado de una forma muy precisa: “Es razonable que personas con la misma formación tengan procesos mentales similares, es más fácil entender a un colega… y eso hace que estés predispuesto a creerle antes”. Lo dicho, más claro imposible.

Una cosilla más. Desde que me percaté de la existencia de este sesgo, analizo las discrepancias entre profesores, padres y alumnos con precaución: soy consciente (de hecho, me han acudido a la memoria muchas situaciones en las que quizás me dejé arrastrar por dicho sesgo) que también puedo caer en este maldito sesgo, maldito porque puede hacer mucho daño al desatender los problemas reales que pueden estar sufriendo alumnos y/o padres por culpa de no ser capaz como docente de ver lo mal que lo está haciendo un compañero.

Sea cual sea tu profesión, si crees que puedes estar sometido al sesgo del corporativismo, estate alerta porque podrías ser cómplice involuntario de una incorrección o un delito.

Nota: que exista este sesgo no significa que no exista también mala gente, gente que se comporta de manera corporativista para cubrirse las espaldas, por desprecio a sus "clientes", por salvar a sus amigos... ¡por puro egoísmo! Esta gente no está sesgada, esta gente simplemente son mala gente.

2 comentarios:

  1. Como siempre... Hay que estar muy atento a todo tipo de sesgos. No es fácil.

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    1. Muy cierto. He escrito sobre este porque me pareció que existía y me pareció que quizás yo también había caído alguna vez en él.

      De hecho, después de algunos comentarios por twitter he pensado que quizás se activa cuando los "hechos queja" son tan aberrantes que no somos capaces de pensar que un docente (alguien que desarrolla la misma labor profesional que nosotros) es capaz de hacer esas cosas, buscamos mentalmente excusas que minimicen lo que hace. Quizás existe un sesgo que nos impida creer que la maldad existe en nuestros iguales.

      Un saludo y gracias por comentar.

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