Desde que acabó el curso pasado tengo pendiente publicar
este post. Hoy ha llegado el momento, @MargaritaTM y @JuanaMariaBio son las
culpables ;-)
El caso es que ellas no dejan de luchar contra el uso
abusivo que niños y adolescentes hacen de las bebidas energéticas (bebidas con
alto contenido en cafeína -y en azúcar, dicho sea de paso-)
Su trabajo ha sido reconocido en muchas ocasiones: por
ejemplo, en el 2016 se le concedió a su instituto desde el Ministerio de
Educación el “Sello Vida Saludable”.
Hace algunas semana su iniciativa #StopBebidasEnergéticas, junto con otras iniciativas, como #NotForChildren del prestigioso chef inglés Jamie Oliver, ha
sido citada en el artículo “No para niños. La campaña que pide prohibir las bebidas
energéticas a menores” publicado en el blog @ElComidista
(alojado en El País).
Las dos tienen claro que hechos aislados como los que hacen
no son suficientes, que lo importante sería que la Administración se implicara…
pero ellas no paran de animar, a los que se encuentran en su camino, para que se
unan a la lucha.
Sus alumnos hacen campañas de concienciación y de paso
alguno de ellos toma conciencia; muchos profesores hacemos alguna que otra
actividad; médicos, neurocientíficos, nutricionistas… no dejan de alertar de
los peligro. Todos intentamos hacer algo, todos esperamos que a alguien le
sirva y, sobre todo
TODOS ESPERAMOS QUE
LA ADMINISTRACIÓN SE PONGA MANOS A LA OBRA.
Pues bien, os cuento lo que hice el año pasado con mis
alumnos de Iniciación a la Investigación, 1º de la E.S.O.
Creo que la actividad tiene mucho potencial. Os animo a
todos a copiarla (adaptarla a vuestras circunstancias y sobre todo mejorarla
porque todavía tiene mucho potencial oculto). Siendo sincero, ni mucho menos
alcancé los objetivos que pretendía y en parte fue por algunos errores que
cometí. Os lo explico todo y si alguien tiene más suerte que me lo comente.
La idea básica
Los alumnos de 1º E.S.O. fueron a
la puerta de sus antiguos colegios a la hora de la salida y le hicieran una
encuesta a los padres sobre bebidas energéticas, dicha encuesta no pretendía
tener ningún valor estadístico (aunque si nos sirvió para trabajar la
estadística) sino que era una excusa para informar a los padres de la cantidad
de cafeína que tenían las bebidas energéticas.
· ¿Por qué en la puerta de sus antiguos colegios?
Para empezar conocían a los padres, tenéis que considerar
que hace un año ellos salían a esa hora. Eso les motivó y no les fue difícil
“entrarles” a preguntar (iban por parejas).
· ¿Por qué en el colegio?
Porque cuando llegan al instituto, aunque se les informa a
los alumnos desde distintas asignaturas de la cantidad de cafeína que están
bebiendo, los alumnos no pueden dejar de beberlas, están enganchados (sobra
decir que si las están consumiendo desde 4º de primaria es difícil hacerles
cambiar y desde luego es dificilísimo en esta etapa madurativa, donde están
experimentando y midiendo los límites de todo).
Es obvio que con ellos seguiremos trabajando en el institudo,
pero si se quiere ser eficiente hay que trabajar que no “caigan” en las bebidas
energéticas cuando son pequeños.
· ¿Por qué a los padres?
Porque muchos no son conscientes de la cantidad de cafeína
que tienen las bebidas energéticas (es difícil imaginar que unos padres les den
conscientemente dos/tres cafés seguidos a sus hijos). Además ellos son los que
ponen el dinero con el que los pequeños compran las bebidas.
· ¿Por qué no se hacía hincapié también en la cantidad de
azúcar?
En el folleto que se les dio a los padres en la puerta del
colegio salía una infografía que también dejaba muy clara la cantidad de
azúcar. Pero yo opté por no hacer hincapié porque esa información ya se les ha
hecho llegar por muchos sitios, y si sus hijos consumen bebidas energéticas es
porque no ha sido efectiva. Pensé que si mezclo dos informaciones y una de ellas
es rechazada la otra corre el riesgo de ser rechazada con más facilidad. Lo
mismo estoy equivocado, pero es lo que pensé.
Cómo se desarrolló la actividad
· Durante algunas sesiones se trató el tema en la clase. Se
les informó, se realizaron actividades de lectura de ingredientes y simulación
de contenido, leyeron artículos… y se debatió como les afectaba a ellos esta
adicción.
· Después se les propuso la actividad de realizar la
encuesta. Se les informó y se pidió autorización a los padres (documento).
También se habló con los directores de los colegios (documento) y se realizó la encuesta de la siguiente manera:
Los alumnos, en grupos de dos, se acercaban a los padres, se
presentaban y les decían que estaban haciendo un trabajo del IES. Seguidamente
les informaban de la cantidad de cafeína que
tenía una lata de bebida energética y de que posiblemente un niño que
murió unos meses antes en Estados Unidos podría haber muerto por tomar mucha
bebida energética en poco tiempo. Entonces se les daba un folleto (documento, anverso y reverso) y antes de pasar a otros padres, se les hacían las
siguientes dos preguntas oralmente, (recogiéndose sus respuestas en una plantilla
preparada para ese fin –documento-).
Las preguntas fueron:
1) ¿Sabían la cantidad de café a la que equivalen esas
latas? Posibles respuestas
a. Si lo sabía
b. No sabía que tenían tanto
c. No tenía ni la menor idea
2) ¿Creen que es útil que se lo hayamos informado?
a. Muy útil
b. Útil
c. Ninguna utilidad
· Después se analizaron los resultados estadísticamente y se
sacaron conclusiones. También se hizo una valoración de la actividad para saber
si los alumnos habían disfrutado y si querían repetirla.
· Como algunos no habían traído la autorización la primera
vez, y como todos querían repetir la actividad, diseñé una segunda salida (documento). Al final no se realizó porque el día de la
salida faltaron muchos alumnos. En esta segunda salida se les preguntaba a los
padres si ya les habían hecho la encuesta: si no se le habían hecho, se la
hacían; y si sí se la habían hecho, se les preguntaba (documento)
1) ¿Conoce usted a alguien a quien le haya sido de utilidad
la información que le dimos? Posibles respuestas:
a. Si conozco a alguien
b. No conozco a nadie
c. No, pero he pensado sobre ello
· La idea (al igual que otros proyectos de los que se
realizaron: “Las almazaras en Puerto Lumbreras”, “Mitología de las
constelaciones del zodiaco”…) es que se realizaran paneles informativos y los
expusieran, pero el final de curso se echaba encima y no se hicieron.
Hablemos de los resultados
· Con respecto a si les gustó a los alumnos, la respuesta es
que fue una actividad genial.
· Con respecto a su aprovechamiento para explicar
estadística los resultados también fueron satisfactorios.
· Pero con respecto a conseguir que alguna persona se
planteara el problema del consumo de las bebidas energéticas, los resultados
creo que fueron malos.
La mayoría de los padres se sorprendieron de la cantidad de
cafeína que tenían las bebidas energéticas y desde luego la mayoría dijeron que
la información era útil. Algún policía (de los que vigilan la salida del
colegio) y algunos maestros felicitaron a mis alumnos por la iniciativa… Pero
que yo sepa no hubo ningún efecto más.
Probablemente si se hubiera hecho la segunda encuesta sabría
si hubo más efectos, y desde luego podría haber generado más debate porque era
ligeramente más agresiva.
Por cierto, creo que cometí algunos errores
Las encuestas estaban medidas para intentar, por un lado,
evitar suspicacias, y por otro, hacer que se plantearan como era posible que
los pequeños tomaran tanta cafeína. También hablé con los directores, para que
estuvieran informados y por si querían también trabajarlo simultáneamente en el
cole. Y por supuesto pedí permiso a los padres de mis alumnos para hacer las
encuestas, informándoles claramente de lo que se pretendía.
¿Cuál fue el error? Uno que a mi juicio es grave:
Pienso que tenía que haber trabajado con los padres de mis
alumnos el peligro de que sus hijos beban bebidas energéticas. Creo que no fue
suficiente con las explicaciones que acompañaban a la autorización. Tengo la
impresión (que no la certeza) que algunos alumnos no informaron realmente de
los peligros de las bebidas energéticas, y que actuaron así porque las bebían (o
iban a empezar a beberlas). Imagino que en sus casas añadían el mensaje “cosas
del profe, no le hagáis mucho caso”.
También cometí el error de planificación que antes he
comentado. No debería de haber dejado para el último día de clase la segunda
encuesta, nunca se debe de dejar nada importante para el final, porque si pasa
algo te quedas sin poder hacerlo.
No considero que no hacer los paneles informativos fuera un
error. Fue una lástima pero desde que se empezó el proyecto deseché la idea
porque no daba tiempo para hacerlo bien. El proyecto salió tras un debate con
los alumnos y, cuando se diseño, ya iba apurado de tiempo. De todas formas que
quede claro que eso hubiera estado genial, incluso dichos paneles se podrían
haber expuesto en los colegios y en el IES (en los días de entrega de notas,
por ejemplo). También se podría haber diseñado algo de difusión del trabajo en otros
sitios.
Nota final: algunas de las cosas que aquí se han
descrito son imposibles de realizar en grandes ciudades… pero donde vivo si es
posible. De todas formas, con ciertas adaptaciones, creo que se puede hacer en
cualquier sitio.
Pues nada más, si tenéis alguna duda/queja/sugerencia/crítica/felicitación…
no dudéis en usar los comentarios.
Al igual que lo que sucede cuando nadie te escribe algún comentario, ocurre en la vida diaria...La gente ignora lo que no le gusta...La gente minimiza las advertencias...La gente es porfiada y muestra su desinterés, su ignorancia...
ResponderEliminarYo le hubiese pedido a los niños que antes de levantarse de la cama el día domingo, se tomen las pulsaciones por minuto de su corazoncito...Que vuelvan a hacerlo cualquier día a media tarde, y que lo hagan después de una bebida energética...y ahí, tendrían motivo para un trabajo de investigación.
Y si a eso se suma un niño con asma...que use salbutamol, tienes la taquicardia clarita.
Genial idea. Me ha emocionado. Por cosas como esta es por lo que publico este blog. La interacción es necesaria. Gracias
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